Unas breves líneas, la emoción no me dejaría escribir más.
Ante todo, agradeceros de todo corazón vuestro apoyo y oraciones. Sé que ha habido problemillas y que algunos comentarios no han salido publicados, pero os aseguro que los he leído todos.
Nos habéis sostenido y acompañado. Nuestro dolor ha sido compartido con vosotros. GRACIAS.
Mi sobrinita ha fallecido. El viernes, entre nuestros brazos, partió a la casa del Padre.
Ella ahora es más nuestra que nunca. Está en la presencia de Dios, intercediendo por todos nosotros, por todos aquellos que os habéis preocupado de ella, que habéis rezado por ella, que la consideráis parte de vuestra familia. Ella, estoy convencido, está intercediendo ante el Señor por todos vosotros.
Rezad por mi familia y por mí, para que el consuelo del Señor nos sostenga en tan duro trance. Es increíble como algo tan pequeñito deja un vacío tan grande...
GRACIAS.
Bely, mi niña ¡ruega por nosotros!